Todos los gobiernos, estructuras de clase, y religiones mayores en la Tierra están basados en el patriarcado o la supremacía masculina. La dominación de las mujeres por los hombres es justificada como si fuera de orden divino. "Dios" supuestamente garantizó a los hombres el derecho de controlar todo aspecto de la vida de las mujeres para que así puedan dominarlas y explotarlas para su beneficio personal. El Webster’s Dictionary define al patriarcado como "una organización social marcada por la supremacía del padre en el clan o familia, la dependencia legal de las esposas y los hijos, y el cálculo de la descendencia y herencia en la línea masculina. Más que nada, el control de los hombres por un desproporcionado y largo compartimiento de poder."El patriarcado define al hombre como la norma perfecta en contra de lo que mide a una mujer y sus necesidades. Simone de Beauvior, en su ensayo "Mujer como Otra" escribió, "ella es definida y diferenciada con referencia a un hombre y no él con referencia a ella; ella es la incidencial, la inesencial y opuesta a lo esencial. Él es el Sujeto, el Absoluto – ella es lo Otro."Mejor aún que ser ordenado divinamente en el reino spiritual, la dominación de las mujeres fueron una serie de eventos reales ocurridos durante 4300 y 2800 años atrás en distintas partes del mundo. Riane Eisler en su libro El Cáliz y la Hoja documenta la violenta creación del patriarcado. Hace aproximadamente 500 años atrás, el poder era compartido por mujeres y hombres en varias culturas a las que Eisner nombró como "sociedades de compañerismo". AmbXs hombres y mujeres participaban en el gobierno, la religión y el comercio en una cultura veneradora de una diosa que era mucho más balanceada en cuanto a los géneros que la moderna sociedad patriarcal con la cual deben lidiar las mujeres. Evidencia arqueológica de las ciudades antiguas de Catal Huyuk y Hacilar en Turquía revela como estas pacíficas sociedades fueron destruidas por los Kurgans, nómades fanáticos de la guerra que eran de Aryan, un abastecimiento indo-europeo que les permitía vivir de los robos en lugar de producir cualquier cosa para ellXs mismXs. EllXs veneraban a un violento, vengativo y guerrero dios que vivía en el cielo. Los hebreos también compartían este mito y destruyeron violentamente sociedades de compañerismo en otras partes del planeta.La violenta teología el dios del cielo de los Kurgans y Hebreos era radicalmente diferente de la teología centrada en la diosa que era pacífica y terrenal. Se cavaron tumbas antes y después de que la invasión produjera muchas diferencias. Antes de la llegada de los Kurgans, las tumbas contenían huesos que estaban intactos. De todos modos, luego de la violenta tomada, las tumbas usualmente admitían esqueletos de un hombre con aquellos de las mujeres y niños que fueron ritualmente asesinados cuando murieron. De vez en cuando, los huesos de los antebrazos de las mujeres mostraban signos de haber sido rotos, indicando un ataque para desviar golpes. Los tobillos de las mujeres también fueron rotos para evitar que salgan corriendo. Los murales que alguna vez retrataron escenas pacíficas durante aproximadamente 1500 años ahora representaban violentas escenas de guerra y conquista. En el Congreso de los EEUU el 95% son hombres. ¿Es acaso posible para las mujeres ser representadas por un gobierno con un desbalance de género tan pronunciado como ese? Una ojeada al presupuesto anual militar para los juguetes de guerra para chicos grandes ($275 billones) y el presupuesto para el Programa Suplementario de Mujeres, Infantes y NiñXs (WIC) que provee comida y fórmula infantil para las mujeres pobres y sus bebés ($50 millones) nos da una idea de la respuesta. Increíblemente, el fondo del programa WIC quizás hasta sea reducido para "balancear el presupuesto". En grupos comandados por la fuerza bruta, (ya sea una manada de leones o una sociedad patriarcal humana), aquellXs con el mayor poder obtienen el "legado del león", mientras que aquellXs con menor poder (usualmente mujeres y niñXs) deben conformarse con migas. El patriarcado global de hoy en día es una descendencia directa de la sociedad de los Kurgans. Contiene los mismos "valores familiares tradicionales" de los bárbaros, el uso de la fuerza física para controlar a las mujeres, la tolerancia de la destrucción del medio ambiente para ganancias económicas y el asesinato institucionalizado (guerra). ¿Por qué las mujeres aceptaron la dominación durante tanto tiempo? Mary Daly, en su libro Más Allá de Dios el Padre dice, "El sistema casto de explotación sexual no sería perpetuado sin el consenso de las víctimas así como también del sexo dominante y tal consenso es obtenido mediante la socialización de roles sexuales". Esto comienza desde el momento en que nacemos y es reforzado por la religión, el sistema educativo, lXs productorXs de juguetes y ropa, la publicidad, lXs psicólogXs, los medios masivos y el lenguaje. La teología de la supremacía masculina es el encadenamiento más fuerte para mantener a las mujeres "en su lugar". Para que una mujer pueda vivir su vida como un ser humano autónomo, ella debe no sólo desafiar a los hombres mortales, sino también a sus dioses. Considera los siguientes estatutos escritos por hombres y atribuidos a la voluntad de "dios": "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia" – Efesios 5:22-23"Dios formó su cuerpo para pertenecer a un hombre para tener y criar niñXs. Déjenlo criar niñXs hasta que mueran por eso". – Martín Luther."Una mujer no debe jamás estar libre de la dominación". – El código indú de Manu V"Sus mujeres con campos que ustedes deben cultivar, así que vayan a su campo como dicen." – Koran 2:223"Las mujeres tienen memorias débiles, son indisciplinadas, impulsivas y peligrosas cuando se le da autoridad sobre todas las cosas" – El edicto contra las brujas de la Iglesia Católica."Te agradezco a ti, oh señor, que no me has creado como un pagano, un esclavo o como una mujer" – Oración ortodoxa judía."Con dolor darás a luz los hijos, y tu deseo será para tu marido, y el se enseñoreará de ti". – Génesis 3:16"La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre sino estar en silencio." – Primera Epístola del ap. S. Pablo a Timoteo 2:11-12.Las mujeres quedan atrapadas en la maza del sexismo cuando no pueden definir claramente que su enemigo es el sistema patriarcal y no todos los hombres individualmente. De esta manera, las feministas NO son anti-machos así como los abolicionistas no eran anti-blancos. Los abolicionistas sólo se oponían a aquellos blancos en particular que practicaban la esclavitud. De la misma manera, las feministas sólo se oponen a aquellos hombres que apoyan la dominación de las mujeres. Muchos hombres no han internalizado el patriarcado y apoyan los derechos de las mujeres. Desafortunadamente, sus números no han alcanzado la masa crítica necesaria para un mayor cambio de la mirada del mundo patriarcal actual. Un levantamiento global en la concientización feminista está ganando ímpetu a un ritmo jamás visto antes en la historia de la humanidad. Como dice Mary Daly, "el advenimiento de mujeres en hermandad es el fenómeno contra cultural por excelencia capaz de indicar el curso futuro de la evolución espiritual.Podríamos comenzar aclarando que estamos convencidas que para lograr nuestra verdadera emancipación no solo necesitamos luchar por reivindicar los problemas del género.Pues esta también debe ir ligada a la lucha de clases, y así lograr la verdadera emancipación de la sociedad explotada. La desigualdad de la mujer en el capitalismo se viene profundizando aun mas en los últimos años, sobre todo en los países explotados.El patriarcado implica que la dominación de las mujeres por los hombres constituye un sistema, una relación social que se vuelve orgánica. Y es muy anterior a la aparición del capitalismo. Cualquier análisis serio del origen de la opresión sobre las mujeres parte de que la primera división social fue la división sexual del trabajo. Y con la aparición de la propiedad privada, pasó de ser una división cooperativa basada en condiciones físicas a convertirse en una división opresiva. El patriarcado implicó que la primera opresión fue la del género masculino sobre el femenino. El género explica el aspecto social de la división sexual. Es el aspecto construido del y sobre el sexo diferente de la constitución biológica. Esto significa que tareas, atributos, formas de ser, que son inculcadas por la sociedad, aparecen como naturales. Las mujeres seríamos por naturaleza “cuidadoras, buenas, solidarias, sumisas, nos gusta limpiar y el sexo no nos interesa.” Engels llamó a esto la derrota histórica del sexo femenino. Desde entonces, el patriarcado sobrevivió a todas las sociedades. Donde hay un sector social que vive del trabajo ajeno, existe también el patriarcado. Esto denota la unidad dialéctica entre las relaciones de explotación y las de opresión. Lo que implica las relaciones de unidad y a la vez de especificidad entre una y otra problemática.El capitalismo ha podido resumir los antagonismos generales de la sociedad en uno fundamental, que es la explotación por parte de una clase minoritaria, la burguesía, sobre la mayoría que conforma la clase trabajadora. Pero esto no “resuelve” otro tipo de contradicciones que no son específicamente de clase, como es el caso de la opresión de género, aunque la integre en una nueva totalidad.Categorizar la opresión de género como un mero subproducto de la explotación de clase desconoce la relación entre la existencia del patriarcado y la lógica de funcionamiento del capitalismo. Patriarcado y capitalismo son solidarios entre sí, ya que las mujeres como género estamos obligadas a realizar una serie de tareas que no entran en la esfera del funcionamiento del capital, pero que le son necesarias. Todo el trabajo realizado en el ámbito de lo privado lo resolvemos las mujeres como género (sin olvidar que las burguesas explotan a otras mujeres). Somos la primera variable de ajuste de todas las crisis capitalistas. Las primeras en sufrir la desocupación y las que cobramos salarios más bajos.El combate contra la opresión hacia las mujeres no es una lucha de reconocimiento. Es por terminar con todo un sistema que tiene una base material. El patriarcado implica que la historia de la humanidad se escribió siempre en masculino, negando a las mujeres y, por lo tanto, negando la posibilidad de una humanidad plena.Las clases y el patriarcado tienen que desaparecer. La lucha es por terminar con todo tipo de explotación, con la existencia de una clase parásita que vive del trabajo de la mayoría, y de terminar con la opresión de todo el género masculino sobre todo el género femenino. Pero bajo el capitalismo, esto une y no puede dejar de unir la lucha contra la opresión de la mujer al destino histórico de la clase obrera. Se trata de una lucha en dos frentes: tanto contra aquellos sectores que separan la lucha contra la opresión de género de la lucha por acabar con la explotación capitalista de la clase obrera, como también contra aquellas corrientes de izquierda que tienden a diluir la especificidad de la lucha contra el patriarcado en la lucha por acabar con la explotación obrera.En el primer caso, lo que se pierde de vista es que la lucha contra la opresión de la mujer está unida por mil lazos de solidaridad a la lucha de la clase obrera contra la explotación capitalista y por el socialismo. Esto es así en la medida en que no hay manera de crear las condiciones materiales para acabar con las relaciones de opresión y, entre ellas, la del género, sin acabar con la explotación del sistema que es la base sobre la cual se levanta el edificio del resto de las relaciones de desigualdad social. Hay una rebeldía primaria contra las miserias de la vida, por condiciones mínimas para una vida mejor, como la lucha por no morir por aborto clandestino, por conseguir trabajo y por aumento de salario. Al mismo tiempo, una lucha feminista que sea verdaderamente revolucionaria se plantea en todos los órdenes de la vida. Y se plantea en el combate frontal contra el sistema que es capitalista y patriarcal: para terminar con el hecho de que la mayoría trabaja, vive y muere para disfrute de unos pocos ricos. Y para que las mujeres no seamos más simple objeto de satisfacción de las necesidades masculinas.entonces, frente a la tarea de reconstruir teóricamente las vinculaciones que existen entre género y clase, deberíamos preguntarnos: “¿Cuáles son las mujeres que, borradas o ignoradas por la historiografía tradicional queremos hacer emerger?” . Y con la guía de ese interrogante revisamos el pasado y el presente, descubriendo que en las guerras, las catástrofes naturales, las situaciones de crisis extremas y las revoluciones, las mujeres más silenciadas en la vida cotidiana, las mujeres de la clase obrera y los sectores populares, son protagonistas. “En todos aquellos momentos en que se rompe la continuidad, cuando aparecen las formas no programables de la historia, las mujeres reaccionan muy bien, en muchas oportunidades.
Compañer@s Antifascistas recordemos que nuestro trabajo por acabar este sistema opresor, no solo implica la lucha contra el racismo, contra el capitalismo o la lucha de clases, también dentro de esa lucha debe existir el trabajo en conjunto para exterminar el patriarcado sistema que coloca a la mujer como asunto de menor importancia, recordemos que antifascismo, significa antisexismo,y esta lucha no es única de las mujeres, recordemos que juntos podemos cambiar grandes cosas, dejando un lado aquellas situaciones que nos atan a este sistema, seamos verdaderos revolucionarios de la vida y del mundo.
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