Qué cómo es que aguantan?!
Y cómo es que tú, la que se supone no sufre violencia, cuando un macho te dice groserías en la calle, no le respondes y prefieres pasar de largo y hacer cómo que no oíste?.
Y cómo es que tú, cuando un profe se burla de las mujeres a aula llena, callas?
Y cómo es que tú, cuando tus amigos hablan mal de otra mujer, te ríes con ellos?.
Y cómo es que tú , cuando tu jefe menosprecia tu trabajo, no le escupes a la cara?.
Y cómo es que tú, cuando tu marido se rie de ti y te dice que eres subjetiva, emocional, exagerada, loca, ridícula, mujer al volante, peligro andante…no te das cuenta que te está cacheteando, pero diplomáticamente?.
Cómo es que le hiciste la tesis entera a tu novio, él se graduó, y tú dejaste la U?.
Cómo es que tú, aceptas que tus hijas/os anden de puntillas, no rían , no jueguen ni salten porque a “El” no le gusta?.
Cómo es que tú, cuando compras algo para ti tienes que dar explicaciones?
Cómo es que siempre te toca a ti con las demás compañeras, preparar las empanadas para las campañas de finanzas del partido, del movimiento, de la organización, del centro de padres (al que van sobre todo madres)?.
Cómo es que cuando te enseñan la historia del hombre, tú no reclamas por la de la mujer?.
Cómo es que soportas cuando ellos se burlan o te ignoran si intentas hablar algún problema feminista que tú visualizas como político y ellos en cambio como una nimiedad que no tiene parangón con la cuestión de clase?.
Y cómo… cómo es que no solidarizas conmigo cuando tus recios compañeros con su Ché en el pecho y su boina en la cabeza, pasan por mi lienzo feminista y mascullan una sonrisa burlona?.
Probablemente por lo mismo que otras toleran otras formas de violencia contra las mujeres como una cahetada, un insulto, un desprecio.
Cada una es una historia, cada una experimenta su propio cuerpo, cada una sabe cómo le duele la soledad, cuánto le falta la plata, lo cuesta arriba que se le hace empujar el carro de la vida sola, la desolación que le produce frustrar un proyecto que aprendió que era para toda la vida, la rabia que le da sentir lástima por el mismo que la llama maraca, cuando se porta como víctima, llora, suplica y promete que nunca mas…
Pero no te quedes con tus fantasías machistas…también muchas otras decidieron cortar, terminar, huir, salir corriendo. Las que han muerto por femicidio no han muerto por tolerar, sino por no tolerar. Se salieron del molde trazado. A sabiendas o no, con conciencia o no de su rebeldía, se rebelaron, no aceptaron más, no dieron más, destrozaron el proyecto de fueron felices para siempre, aperraron con las hijas/os, empujaron la vida solas , aprendieron a dejar de amar a quien no las quería como ellas necesitaban ser queridas, desterraron de sí la lástima por el torturador…
Blanca se separó, lleva un juicio de violencia. Después de mucho andar y sanar en sí misma, a prendió a enamorarse de buenos amores. Se sentiría alegre un poco más a menudo si no fuera porque aunque logró una orden de alejamiento, el agresor no la cumple, la espera fuera de su trabajo, a la vuelta de su casa, la insulta, dice que va a buscar a las niñas/os y le promete que va a cambiar, cuando ella le dice que no, de olvida de los niños, la amenaza con matarla…
Margara logró sacar al agresor de la casa luego de que él la tuviera amarrada torturándola toda una noche porque ella le había desobedecido y se había ido a visitar a una amiga. El otro día él llegó a las 8 de la mañana entró y la golpeó a ella y a su hija. Su vecina y amiga llamó los pacos, pero no llegaron. El fiscal les había ordenado 2 visitas diarias a Margara para protegerla, pero en la comisaría tiene 40 medidas precautorias por funcionario y por supuesto no pueden cumplirlas porque la jornada no les alcanza para proteger a 40 mujeres por funcionario, hay un solo carro policial (y si hay protesta o marcha menos que menos, la repre es más importante…).
Susana fue apuñalada el sábado pasado por su pareja, ella se había enamorado de otro hombre, no cumplió con la fidelidad firmada y lo confesó con una mezcla de culpa, dolor y miedo. Esperó recriminaciones, discusión, que por fin él la dejara por adultera, que la despreciara incluso, pero jamás esperó casi morir en sus manos. Hoy a Susana sólo le queda mucha, pero mucha rabia, dice que transformó la culpa en rabia, en una rabia que quiere que la movilice para sanar todas las heridas, afuera y adentro. Quiere conservar sus cicatrices, cuenta, porque así las va a poder mirar y no olvidar. Quiere nunca más aceptar al agresor en su vida…
Blanca, Margara, Susana, Daniela, Margot, Juana , Marisol, yo , tú, otras, nos juntamos y hablamos de esto, echamos todo afuera, nos sanamos, rehacemos nuestra vida, le hacemos el quite a la muerte, caminamos juntas, hacemos terapia, vamos a talleres, nos tomamos unos tragos juntas, repartimos panfletos contra el femicidio, funamos a los agresores…
Así y así también desarmamos el patriarcado adentro nuestro, desobedecemos, nos rebelamos, somos adúlteras, no nos vamos al cielo como las chicas buenas, sino a todas partes como las chicas malas. Somos maracas, somos lesbianas, somos brujas, somos feministas, somos solidarias, somos amantes, somos paradas en la hilacha, nos defendemos sin confiar en una ley que es puro cuento, buscamos redes de apoyo, enfrentamos al agresor, les respondemos al que nos burla, le metemos bulla al que nos calla. Así somos. Y sobre todo, así queremos ser. Porque la violencia contra las mujeres está en todas partes como Dios, y si no la ves es simplemente porque no la quieres ver, que no te conviene verla, que no la puedes ver, que no la aprendiste a ver o que aprendiste a no verla (compañera, todo lo que aprendió se puede desaprender y todo lo que aún no se aprendió se puede aprender). Por lo pronto, nosotras decidimos que todas somos Blanca, margara y Susana. Y decidimos desafiar a quienes nos vuelvan a preguntar de cómo es que las mujeres aguantan. No vamos a aguantar que lo vuelvan a preguntar, no vamos a aguantar que vuelvan a golpearnos con ese juicio, no vamos a aguantar que vuelvan a burlarnos con esa interrogación, no vamos a aguantar que vuelvan a torturarnos con esa hoguera.X Sueltas.
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